Batman: Círculo sin fin
Que Kevin Smith supiera resucitar con verosimilitud a Flecha Verde, una apuesta arriesgada por lo fácil que sería caer en el ridículo, hizo que el guionista se ganase el apoyo de la crítica y el lector del Universo DC.
Luego leímos Cacofonía una obra muy regular que solamente destacaba el nuevo villano, un misterioso enmascarado al que debía enfrentarse Batman y que tendrá su repercusión en Círculo sin fin.
En “Batman: Círculo sin fin” por una parte se recupera a Silver St. Cloud, antigua novia de Bruce Wayne, con la cual el héroe pasara los días intentando compaginar su vida personal con ser el “señor de la noche”. Y por otra presenta una nuevo vigilante enmascarado denominado Bafomet –nombre de una deidad con aspecto de cabra- que ayudara durante las noches a patrullar a Batman.
Saga dividida en seis partes que prácticamente siguen todas la misma estructura. Durante el día el idilio de la pareja Wayne-Silver, hasta que el primero le pide la mano en matrimonio. Y durante la noche Batman, que debe enfrentarse al villano de turno, y no desestimando la ayuda de Bafomet.
El protagonista recela de tener al lado un compañero por la mala experiencia que significó Robin, pero por otra parte es consciente de la necesidad de que alguien le guarde la espalda. Así que a medida que pasa el tiempo Batman va conociendo mejor a Bafomet y confiando en que posiblemente pueda trabajar a dúo con un enmascarado adulto y con experiencia, lejos de aquella etapa donde debía ir acompañado de un discípulo menor de edad.
Salvo el interés qué como lector pueda mostrar por el misterioso Bafomet el resto poco interesa. Entre Batman recordando algunos pasajes cuando iba acompañado de Robin, y que en cada capítulo se da de leches con un villano al que predeciblemente vence, sea solo o con la ayuda del tipo que lleva una mascara de cabra. Y para rematar la faena una historia de amor ñoña que se da entre Bruce Wayne y Silver St. Cloud, con engaño incluido por parte de Wayne cuando se los pone con Cat Woman, la superficialidad de la historia, carente de giros interesantes, personajes nada complejos y una narrativa que avanza a tropezones, Círculo sin fin es una historia del montón.
Ni siquiera el aspecto gráfico es destacable. Walter Flanagan ofrece un dibujo, también, del montón que busca muchas vece un efectismo que se nota artificial.
Titulo: Batman: Círculo sin fin
Autor: Kevin Smith, Walter Flanagan
Editorial: Planeta DeAgostini
Sello: DC
Elaboración: Cartoné, color, 185 páginas
PVP: 20.00 €
Fotos: Planeta DeAgostini
Cuidado Bafomet era un simbolo satanico adorado por los caballeros templarios durante su decadencia (es tema para largo) pero no para incorporarlo a la literatura infantil a no ser que sus creadores tengan alguna siniestra preferencia por lo diabolico cosa que no lo dudaría ya que de la misma manera estos seudos salvadores de el mundo podrian representarse como seres de luz y no como caballeros de la noche y menos a incorporar ahora a Bafomet cuidado que como dice el dicho por donde pecas pagas