El origen de Emma es encantadora
Siempre se dice que Emma es encantadora nace a causa de la repercusión entre los televidentes españoles de la serie Embrujada, comedia de situación que interpretaba magistralmente Elizabeth Montgomery y que se emitió por la ABC entre 1964 y 1972 alcanzando la cifra de ocho temporadas. La protagonista era una bruja que intentaba adaptarse a un mundo sin magia, que hizo famoso su moviento de nariz que realizaba antes de elaborar cada hechizo.
Tanto argumentalmente como en muchos de los gags Emma es encantadora bebía de Embrujada, y seguramente esta comedia era la influencia primordial, pero sería bueno echar la vista mucho más atrás en el tiempo y advertir dos títulos cinematográficos que pudieron influir igualmente a Trinidad Tinturé Navarro (1938), más conocida como Trini Tinturé, en la creación de su personaje, que siempre contaba en el guión con colaboradores como Andreu Martín (1949), muy conocido hoy día como autor de novela negra, pero que comienza su andadura literaria escribiendo guiones para la editorial Bruguera, o Francisco Pérez-Navarro (1953), conocido por su participación en Súper López o la maravillosa Odiseo, que en su última reedición le han cambiado el título por el de La Odisea.
Nos referimos a dos películas que al igual que la serie mencionada anteriormente fueron impactantes a nivel popular como de crítica.
La primera de ella es Me casé con una bruja (1942) de Rene Clair, con un argumento bastante similar al de Emma y por ende al de Embrujada, solo que entre la obra de Clair y la de Tinturé hay un nexo común y es el del brujo Hellman que sigue a nuestra Emma hasta el siglo veinte, en Me case con una bruja ese papel recae en el padre de Jennifer, bruja protagonista que interpreta Verónica Lake, un brujo dispuesto a tomar venganza contra el candidato Wallace Wooley.
Mientras en la obra gráfica Hellman es un brujo que por circunstancias ajenas se encuentra en el siglo veinte, y solo piensa en la venganza. En la obra filmada el padre de Jennifer también es un brujo que por circunstancias ajenas también recae en el siglo veinte y solo un pensamiento le corroe, la venganza.
La otra película es Me enamoré de una bruja (1958) de Richard Quine, aquí la bruja es interpretada por Kim Novak, y relata en clave de comedia romántica la falta de adaptación a un mundo normal de la bruja protagonista, problema que se agudizará cuando la protagonista se enamore de un hombre normal. En Me enamoré de una bruja el papel antagonista recae en el hermano en la ficción de Kim Novak que planea su venganza cuando le deshacen los planes que tenia pensado.
A primera vista las tres producción y el cómic tienen unos nexos en común: Bruja y acompañantes al que hay que sumar al antagonista, se encuentra en una sociedad contemporánea a la que le cuestan adaptarse.
Emma es encantadora vive junto a su madre y abuela en una población de la Edad Media, después de que su brujería salga a la luz son condenadas a la hoguera. Luego de un hechizo a la desesperada la tres mujeres viajan en el tiempo hasta recaer en nuestros días. Deberán pasar desapercibidas y adaptarse a un mundo sin magia, mientras la abuela, totalmente inadaptada, trabaja en un hechizo que les haga volver a casa. Emma, en más de una ocasión, tendrá que hacer uso de la magia para salir de algunos problemas, lo que no espera es que ese don que tiene puede llegar a ser contraproducente. Y algo que descubrirán pronto las tres brujas, es que en su viaje en el tiempo han arrastrado al brujo Hellman, que les pondrá las cosas muy difíciles.
Emma es encantadora es una obra que la aleja del género “para chicas” que estaba en boga en los inicios de la década de los ochenta y que Purita Campos dominaría como ninguna. En primer lugar porque el tema romántico queda relegado a un segundo termino, lo menos importante es de quien se enamora Emma y su relación con los chicos. Y en segundo lugar porque es la diversión, la aventura, la acción y la magia las que cobran protagonismo
Tinturé, una autora autodidáctica que no había pasado por ninguna escuela de dibujo, elabora un gráfico realista, con dibujos muy expresivos y una narrativa muy dinámica.
Emma es encantadora, es una obra que hay que recuperar, que prejuicios ridículos la apartaron del mercado en la década de los noventa, pero que afortunadamente la editorial Glenat esta recuperando la obra completa de Emma en lujos volúmenes, hasta la fecha van por el segundo número.
Fotos: editorial Glenat