Northlanders: El regreso de Sven
Nos encontramos en el año 980 d. C., Sven, un vikingo que se vende como mercenario, regresa a su hogar en Orkney, con la pretensión de reclamar la herencia que le corresponde tras la muerte de su padre.
Sven se encuentra a su despiadado tío Gorm en el poder, dictador que no tienen ninguna intención de compartir nada con su sobrino.
El joven vikingo se verá envuelto en una guerra personal con su tío con dramáticas consecuencias.
La sinopsis de la obra escrita por Brian Wood , autor conocido en nuestro país solamente por ser el responsable de la serie DMZ que actualmente publica Planeta DeAgostini, puede llevarnos a creer que nos encontramos frente a una historia manida, repetitiva y leída ya hasta la saciedad… pero esta idea esta muy lejos de la realidad.
Desde un Hamlet que se enfrenta a un tío de su propia sangre que ha usurpado el trono asesinando al rey, un Robin Hood que lucha en la clandestinidad por devolver el lugar que corresponde al verdadero monarca o un Príncipe Valiente que regresa a su hogar en Thule con la intención de enfrentarse al dictador que usurpo el poder por la fuerza; todas esas ideas desfilan por Northlanders.
Un vikingo llamado Sven que obligado a abandonar su país, regresa después de muchos años con el objeto de poner cada cosa en su lugar. Encuentra en el trono al hermano de su padre que gobierna, no con mano de hierro, sino con capricho y corrupción, ahogando a un pueblo cada vez más exiguo e indefenso ante las futuras posibles invasiones sajonas. Sven en la clandestinidad, sobrevivirá mediante pequeñas escaramuzas, y con el paso del tiempo se le irán asociando más individuos víctimas de la represión de su tío Gorm.
Brian Wood sabe contar la misma historia que ya hemos leído, oído o visionado, pero desde un punto de vista diferente que convierte el relato en una novedad.
Sven tendrá que mirar al pasado, descubrir sus errores, y no repetirlos si quiere labrarse un futuro. La avaricia por una herencia que ha perdido, el odio acumulado por traumas pasados, la soberbia, no saber mirar en el interior de otras personas… son enfrentamientos mayores a los que deberá afanarse Sven, muchos más importantes que recuperar un dinero que ni siquiera necesita, pero con el cual Sven justifica su regreso al hogar perdido.
Wood nos narra la vida de Sven, en diferentes saltos en el tiempo, lo conocemos cuando niño, la causa de su machar y su vejez.
Davide Gianfelice, artista aún menos conocido en nuestro país, y que parece que Northalanders en su obra más importante, se pone detrás de los lápices. Huye de un realismo manifiesto, pero su violencia explicita es más verídica que los gráficos de autores como Alex Ross, convencidos equivocadamente que cuanto más auténtico sea el dibujo con la realidad más natural será la historia.
El tono épico esta presente en cada página, ya sea en el uso de grandes planos generales a toda página, como en el detalles de las batallas, sean entre ejércitos o entre dos soldados.
No debemos olvidarnos del trabajo que Dave McCaig hace con el color, canadiense que en el 2008 recibió el premio de Joe Shuster al Mejor Colorista, concedido por primera vez en aquel año. Logra la atmósfera gélida destacada en aquellas tierras nórdicas, en contraste con la tonalidad roja para momentos de violencia y un vestuario muy colorido.
Northlanders: El regreso de Sven, se lee con agrado y entretenimiento, y en todo momento nos llega el sentido épico que desean transmitir sus autores.
Ficha técnica: Northlanders: El regreso de Sven.
- Precio: 15.95
- Elaboración: Rústica
- Páginas: 202 Color.
- Editorial: Planeta DeAgostini
- Sello: Vértigo
- Autores: Brian Wood y Davide Gianfelice
Foto Vía: Derechos Planeta DeAgostini