La casta de los Metabarones, con Jodorowsky
Alejandro Jodorowsky, chileno nacionalizado francés, es una gran figura. Y lo demuestran todos sus oficios: filósofo, actor, dramaturgo, director de cine, tarotista, inventor de la psicomagia y guionista de comics.
Lo conocí de escritor, con su libro psicomagia; todo un alarde de creatividad muy original, puesta al servicio de la resolución de conflictos psicológicos, que despierta nuestro amor emocionándonos. Pero lo que nos interesa hoy aquí, es su participación en el mundo del cómic; como siempre despuntando.
Entre muchas otras, ha participado como guionista en La casta de los Metabarones, una obra de extensión física media pero de enorme peso cultural. Para esta obra Jodorowsky imaginó una época tecnológicamente futurista pero políticamente arcaica, con un universo dominado por un feudalismo tiránico donde la religión juega un papel muy importante.
Esta obra es un agujero donde podemos ver toda una realidad alternativa a la nuestra. Jodorowsky es un experto en plasmar una atmósfera completa, a nivel físico, cultural, económico y espiritual, utilizando para ello los personajes de sus comics. En la casta de los Metabarones, los personajes son androides (guerreros espaciales), estos así como toda la recreación del escenario futurista, son dibujados por el argentino Juan Giménez.
El dibujante se ha ganado una innegable reputación como artista, con un estilo detallista especialmente minucioso en paisajes y elementos tecnológicos (de los cuales disfruta especialmente). Sin duda es el dibujante perfecto para esta historia. La conjunción de un genial guionista y un excelente dibujante pocas veces se ven, haciendo un tándem muy potente.
La casta de los Metabarones, consta de 8 volúmenes, publicados por Norma editorial y actualmente lo podéis encontrar también en una edición integral de la editorial Mondadori.
No os perdáis la que es considerada una de las mejores sagas de ciencia ficción que ha dado el cómic actual, no por la calidad de sus dibujos, ni por el guión que te transporta a lo más recóndito del Universo, si no porque aparte de todo eso, está cargada de conceptos metafísicos; y no es de extrañar que después de visionar la obra, se saque alguna que otra moraleja.