Namor, de los primeros Vengadores

Namor, por muchos olvidado, algunos lo recordaréis porque fue uno de los Vengadores a partir de Avengers vol. 1 #262 (Diciembre 1985). Su creación se remonta a antes de la segunda guerra mundial; luego fue redescubierto por Stan Lee y Jack Kirby, que con Los 4 Fantásticos hacían resurgir al género de súper héroes. Para justificar los años de ausencia de aparición de Namor, se introdujo de nuevo representándolo como que había perdido la memoria, vagabundeando sin saber quien era, hasta que la Antorcha Humana de Los 4 Fantásticos lo arrojó al agua, recuperando así su identidad, pues Namor es hijo de Atlantes, nacido en la Atlántida pero de padre humano.

Su madre tuvo una aventura amorosa con un marinero. Namor se pasó mucho tiempo renegando de los humanos y protegiendo la Atlántida, después de muchas vicisitudes, e incluso de que Hitller atacara la Atlántida.

Namor se coronó rey atlante, pero no le salio muy bien el amor hacia la reina, que tuvo un desenlace trágico. Abdicó por necesidad y acabo en la superficie de nuevo vagando, hasta que aceptó la oferta del Capitán América de aliarse con los Vengadores.

Namor, al ser un mutante hijo de humano y atlante, tiene diversos poderes: puede respirar bajo el agua, aunque no puede pasar mucho tiempo dentro del agua o fuera de ella, ya que si se descuida, le entra una locura transitoria, la cual es uno de sus rasgos distintivos, famosos los destrozos que genera durante dicha locura.

También, es capaz de volar a velocidades supersónicas y a elevadas alturas, gracias a que cuenta en sus tobillos con unas pequeñas alas. Por último cuenta con un recurso que le salva de muchas situaciones complicadas pues es capaz de comunicarse con las bestias marinas telepáticamente; su inestimable ayuda y su variedad de poderes hacen de este súper héroe uno muy completo. En rasgos generales nos recuerda al Dios Neptuno de la mitología.