Olimpita, novela gráfica con drama actual

Olimpita

Es habitual que cuando no nos gusta algo ya sea en nuestra propia persona o en los demás, tratemos de luchar o modificar ese algo centrándonos en eso. Por ejemplo: si queremos dejar de fumar nos centramos en el tabaco, en lo malo que es, en que nos está produciendo dependencia. Si tenemos mal genio, nos centramos en ese mal genio, nos fijamos más en él. Con estas conductas lo que hacemos es potenciar lo que queramos cambiar, ya que centrándonos en ello sale fortalecido y no solo no dejamos de fumar si no que fumamos más aun y con el mal genio lo mismo, nos damos por vencidos y decimos: yo soy así. ¿Ser como? Llevador de mala praxis, está claro.

Pues así pasa en nuestro micromundo y también a nivel global, cuando se trata de denunciar algo, pongamos la guerra, se hacen manifestaciones antiguerra, ¿En contra de la droga? manifestaciones antidroga, ¿En contra de la barbarie de ETA? manifestaciones de nunca más, ¿Nunca más qué? ¿Nunca más ETA? ¿Asesinatos?

Como dijo Santa Teresa de Calcuta: «Nunca iré a una manifestación antiguerra, pero siempre me verás en una manifestación por la paz.». Ahí esta el ejemplo. Cuando queramos denunciar algo tenemos que fomentar el lado opuesto, manifestaciones por la salud y el deporte, manifestación por la unión de pueblo Español, la seguridad y el buen hacer policial y así seguro que se cosecharían más éxitos que por ejemplo las llamadas manifestaciones de: ¡No a la droga!, que es bien probado que no solo no tienen efecto positivo, si no que potencia aquello que persiguen, nombrándolo y dándole protagonismo, dejando de lado el verdadero mensaje.


Pues así pasa con el cómic que os presento hoy, Olimpita, centrado en la violencia de género. La violencia de género esta cada vez más en auge, por muchos gastos que haga el gobierno, campañas, denuncias televisivas, etc., siempre se hace con el mensaje de: ¡No a la violencia domestica!, ¡No a los maltratadores!

¿Por qué no se podría hacer con este mensaje?: ¡Si a la pareja ideal superando sus conflictos y bajezas!, ¡Si a la autoestima, si a la educación de base, si a valorar a la mujer! ¡Viva los hombres caballeros e íntegros!. Sin duda veríamos resultados más positivos.

El cómic Olimpita, con el guión de Hernán Migoya (autor de todas putas‘ y ‘putas es poco‘) y el dibujo de Joan Marín denuncia la violencia de género. Y como no, lo hace exaltando la violencia, reflejando un matrimonio donde la mujer es destrozada por su marido física y psíquicamente. Una mayoría de los lectores que lean la obra, pensaran inocentemente que se hace una gran obra social reflejando el problema para ayudar a acabar con él.

¿Vosotros que pensáis?, ¿Ayudará a solucionar ese drama en la sociedad o lo fomentará más aún? El debate esta abierto.

No obstante el cómic Olimpita (Norma editorial), donde también sale reflejada la inmigración, no deja de ser una gran obra, ya que la trama es llevada como en una gran obra literaria, teniendo un principio, nudo y desenlace apoteósico, acompañados por un dibujo muy expresivo.

Me despido de este artículo pensando que: Ojala un día se cambie el significado de manifestación, que si os dais cuenta parece que en ella nos tengamos que quejar de algo en vez de hacerla para valorar lo que ya tenemos y potenciar lo que anhelamos.

olimpita portada

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